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El hidrógeno, un portador de energía versátil con múltiples aplicaciones industriales, ha sido exagerado como pilar de la transición energética. El hidrógeno verde, en particular, se presenta como imprescindible para una transición exitosa.
Mucho de lo que se ha hablado sobre el hidrógeno ha sido más publicidad que sustancia real. Ahora, a medida que los planes de hidrógeno se vuelven más específicos y hay dinero real en juego en lugar de simples promesas, la realidad se está imponiendo nuevamente, y ya era hora.
"Lo siento, Lord Bamford [dueño de JCB], me encanta que hayas construido un motor de combustión interna que funciona con hidrógeno, pero ¿quién va a comprarlo?" escribió el analista de energía y consultor de transición Michael Liebreich en un análisis de 2023 sobre aplicaciones de hidrógeno que citó la nueva excavadora de hidrógeno de JCB.
Proveniente de alguien íntimamente involucrado en la transición, la pregunta casi retórica llega como una rara dosis de realidad en un segmento de transición que, en su mayor parte, ha visto entusiasmo verbal desenfrenado, promesas de miles de millones y la promesa de construir toda una nueva economía del hidrógeno.
En la realidad, recientemente el Reino Unido pospuso planes para reemplazar el gas natural con hidrógeno para calefacción en un ensayo de pueblo destinado a probar la aplicabilidad de este enfoque para la descarbonización. La razón del cambio de opinión fue la oposición de los lugareños. Y la razón de la oposición de los lugareños fue la seguridad.
La seguridad es uno de los mayores problemas con el hidrógeno. Altamente inflamable, el elemento más abundante en el universo necesita una infraestructura de transporte especial para evitar accidentes potencialmente devastadores. Esto significa que la llamada economía del hidrógeno necesitaría su propia red de tuberías si quiere materializarse, ya que no se puede simplemente llenar las tuberías de gas existentes con hidrógeno y utilizarlas tal como están, que es lo que algunos funcionarios de la UE planeaban hacer hace un par de años.
La seguridad y el transporte son problemas generales del hidrógeno. Sin embargo, también hay problemas específicos con el hidrógeno verde, el tipo de hidrógeno preferido obviamente por los defensores de la transición. Uno de ellos es el consumo de agua, que es considerable. El otro es el costo. Estos problemas son inherentes a la producción de hidrógeno verde y es poco probable que se resuelvan pronto.
El consumo de agua es la esencia del hidrógeno verde. Se produce descomponiendo el agua en sus moléculas constituyentes mediante electrólisis, utilizando electricidad generada por turbinas eólicas o paneles solares, o energía hidroeléctrica. No hay forma de reducir este consumo y se necesita realmente mucha agua para producir hidrógeno, aproximadamente 20 toneladas de agua por una tonelada de hidrógeno.
También está la cuestión de la eficiencia. La electrólisis que transforma el agua en oxígeno e hidrógeno no es un proceso del 100% eficiente. De hecho, es bastante ineficiente, lo que significa que se pierde mucha energía durante este proceso. En otras palabras, producir energía (en forma de hidrógeno) mediante electrólisis requiere una mayor cantidad de energía. Por eso el hidrógeno verde tiene un costo tan elevado. También es por eso que muchos críticos argumentan que no tiene sentido económico y probablemente nunca lo tendrá.
Sin embargo, la creencia en que habrá demanda de hidrógeno verde en el futuro es sólida, porque algunas industrias no tienen otro camino hacia la descarbonización que no sea mediante moléculas verdes, según un resumen reciente de la industria por el Financial Times.
"Hay ciertas industrias donde las emisiones de carbono simplemente no se pueden reducir, salvo mediante moléculas verdes", dijo Marco Raffinetti, director ejecutivo de la startup de hidrógeno verde Hyphen, al FT. "La industria de fertilizantes es un gran impulsor. La industria naviera es un gran impulsor. Luego la generación de energía, el combustible, la producción de acero, y así sucesivamente. Por eso nos centramos específicamente en esos casos de uso".
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En otras palabras, el único camino hacia la viabilidad del hidrógeno verde es forzar la descarbonización de industrias que solo pueden implementar esta descarbonización mediante el uso del costoso hidrógeno producido mediante electrólisis con energía eólica o solar.
Por Irina Slav para Oilprice.com
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