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Estados Unidos busca forzar un cambio gradual en el "cálculo de toma de decisiones" de Irán firmando un acuerdo de defensa con Arabia Saudita y asegurando la normalización de relaciones entre Riad e Israel.
“Continuamos trabajando con aliados y socios para mejorar sus capacidades de disuasión y contrarrestar las amenazas que plantea Irán, imponer costos a Irán por sus acciones y tratar de cambiar el cálculo de toma de decisiones de Irán con el tiempo”, dijo un portavoz del Departamento de Estado de EE. UU. a RFE/RL.
El paquete de seguridad tiene varios componentes, incluido un pacto de defensa bilateral EE. UU.-Arabia Saudita destinado a mejorar las capacidades de disuasión del reino suní. Pero Washington insiste en que independientemente de lo cerca que estén los estadounidenses y los sauditas de un acuerdo bilateral, el paquete de seguridad no puede materializarse sin la normalización saudita-israelí.
Arabia Saudita condicionó la normalización de los lazos con Israel al establecimiento de un alto el fuego en Gaza y a un camino creíble hacia la creación de un estado palestino.
La administración del presidente de EE. UU., Joe Biden, ve crucial un acuerdo trilateral para garantizar una paz sostenible en Oriente Medio, que incluye aislar a Irán y hacer que sea costoso para la república islámica mantener sus políticas regionales actuales.
“El aislamiento de Irán en la región y en la comunidad internacional es resultado de sus propias políticas”, dijo el portavoz en un comunicado enviado por correo electrónico a RFE/RL.
Un cambio en el cálculo “definitivamente” sucederá, pero no de la manera en que Estados Unidos desea, según Hamidreza Azizi, miembro del Instituto Alemán de Asuntos Internacionales y de Seguridad.
“Cualquier tipo de coalición provocaría que Irán opte por contra-coaliciones”, agregó.
Pero los analistas sostienen que para Arabia Saudita, aislar a Irán no es el objetivo principal de un pacto de seguridad con Estados Unidos.
Los sauditas ven la normalización de relaciones con Israel como una palanca estratégica para ayudarles a obtener compromisos de seguridad sustanciales de Washington, “equilibrando así la influencia iraní sin antagonizar abiertamente a Teherán,” dijo Azizi.
Mientras tanto, asegurar un camino hacia el estado palestino podría ayudar a Arabia Saudita a afirmar su liderazgo en el mundo musulmán y poner fin efectivamente al conflicto árabe-israelí.
Irán ha sido durante mucho tiempo opuesto a la normalización árabe con Israel y es un crítico firme de los Acuerdos de Abraham, que vieron a Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos establecer lazos diplomáticos con Israel en 2020.
El 1 de mayo, el Líder Supremo iraní, el Ayatolá Ali Jamenei, criticó implícitamente a Arabia Saudita por buscar normalizar relaciones con Israel con la esperanza de resolver la cuestión palestina.
Anna Jacobs, analista senior del Golfo en el Grupo Internacional de Crisis con sede en Bruselas, argumentó que el modelo de los Emiratos Árabes Unidos de equilibrar las relaciones con Irán e Israel sugiere que Arabia Saudita puede hacer lo mismo.
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“Riad parece confiar en que la normalización con Israel no tendría un gran impacto en su relación con Teherán,” dijo. “La estrategia saudita con Irán en este momento es tanto de contención como de compromiso.”
Por RFE/RL
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