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Las dificultades fiscales de China probablemente arrastrarán a las economías de todo el Cáucaso y Asia Central en los próximos dos años, según pronostica el Banco Mundial .
La actualización económica del Banco para 2024-25 dice que toda la región que abarca Europa y Asia Central enfrenta "varios vientos en contra", incluida la "recuperación decepcionante" de China y los precios de las materias primas "moderados". "Con riesgos geopolíticos intensificados e incertidumbre política sustancial, el crecimiento de la inversión ... podría debilitarse aún más, especialmente si el progreso en el avance de las reformas estructurales sigue siendo lento", según el Banco.
En el Cáucaso, se espera que Azerbaiyán experimente un ligero repunte en el crecimiento durante 2024-25, gracias al aumento de la demanda europea de sus exportaciones de energía. El Banco señala que Georgia y Armenia habían sido de los mejores rendimientos de la región en años recientes, pero ahora están enfrentando una disminución en el desempeño económico.
"Se espera que el crecimiento se desacelere en Armenia y Georgia reflejando los crecientes riesgos geopolíticos, las exportaciones moderadas y la disminución del impulso al crecimiento de los grandes flujos migratorios y de capital desde Rusia", indica el informe. "El crecimiento en Azerbaiyán probablemente será más fuerte a medida que la desaceleración en la industria petrolera se alivie, los ingresos petroleros continúen respaldando la inversión y se avance en las reformas estructurales para diversificar la economía".
Una economía en desaceleración tiene implicaciones potencialmente significativas para Georgia, que está programada para celebrar elecciones parlamentarias en octubre. Actualmente, se espera ampliamente que la coalición gobernante Georgian Dream mantenga el poder, pero una economía vacilante podría centrar la atención en políticas que, según los críticos, están socavando las posibilidades del país de unirse a la Unión Europea.
Una encuesta de 2022 mostró que la mayoría de los encuestados georgianos favorecen la membresía en la UE, viéndola como un vehículo para un fuerte crecimiento económico. Sin embargo, las políticas de Georgian Dream, incluida la reciente reintroducción de legislación que tiene el potencial de restringir los derechos básicos, amenazan con descarrilar la candidatura de la UE del país.
Ante la pregunta de si una recesión económica podría sacudir las cosas antes de la elección, Alex Melikishvili, experto en riesgos para el Cáucaso y Asia Central, se mostró escéptico. "En la antesala de las elecciones, Georgian Dream desplegará una serie de generosos gastos gubernamentales para ganarse el favor del electorado y salvaguardar la supervivencia política", dijo. "El gobierno de Georgia está en una posición bastante buena para esto, ya que las reservas soberanas de Georgia están en [un] nivel récord con [el] banco central incluso comprando oro por primera vez en la historia postsoviética de Georgia".
El informe del Banco Mundial predice resultados variables en Asia Central: pronostica grandes caídas en las tasas de crecimiento de Kirguistán y Tayikistán, y aumentos marginales para Kazajstán y Uzbekistán. El Banco no tenía datos suficientes para predecir las perspectivas económicas de Turkmenistán. Los estados más pobres de Asia Central son altamente vulnerables a factores geopolíticos relacionados con Rusia; una recesión en Rusia, por ejemplo, puede tener un impacto considerable en la migración laboral, una fuente importante de ingresos para muchas familias kirguisas y tayikas. Otros riesgos significativos incluyen el aumento de los costos de los alimentos y el calentamiento global.
Ya están surgiendo signos de riesgos económicos en toda la región. En Kirguistán, por ejemplo, la guerra de Rusia en Ucrania ha interrumpido las cadenas de suministro y ha aumentado el precio de las importaciones; en el Cáucaso, los rusos que huyeron del reclutamiento en casa en 2022 y se instalaron rápidamente en ciudades como Tbilisi y Ereván ahora se están trasladando a otros países, llevándose consigo sus ahorros.
Incluso los estados más prósperos de la región tienen motivos para preocuparse por el futuro cercano. En el caso de Kazajstán, el informe del Banco dice que revitalizar el crecimiento económico requerirá una reducción del papel del gobierno en el sector privado, junto con "fortalecer el capital humano y políticas para apoyar la descarbonización".
Melikishvili, analista de riesgos, dijo a Eurasianet que las proyecciones del Banco Mundial no son necesariamente los mejores indicadores para predecir tendencias comerciales. "Las relaciones China-UE, el entorno de sanciones, la situación en el Mar Rojo y, más ampliamente, el creciente conflicto entre Irán e Israel en Oriente Medio son factores más importantes a considerar", dijo.
El informe del Banco Mundial se centra ampliamente en las dificultades de China, pero hace solo un par de referencias fugaces a la situación turbulenta en Oriente Medio y a la piratería en el Mar Rojo.
En los últimos meses, China ha estado enviando señales confusas a los mercados internacionales, a veces pareciendo al borde de una crisis económica y, en otras ocasiones, superando las expectativas. Algunos expertos creen que China está utilizando tácticas de estilo comando para resolver problemas económicos estratégicos, desplegando grandes sumas de fondos estatales para producir resultados a corto plazo sin abordar deficiencias estructurales. Dicho enfoque, agregan, puede enmascarar los problemas durante un tiempo, pero no solucionarlos.
Las naciones de Asia Central estarán atentas a las señales que lleguen de Pekín. Desde 2022, los países de la región han renovado el interés en el desarrollo de una ruta comercial este-oeste conocida como el Corredor Medio. Dicha diversificación puede proteger contra problemas con las economías china o rusa, de las cuales las naciones de Asia Central han dependido históricamente. Sin embargo, desarrollos económicos adversos en Pekín pueden enviar ondas de choque que se propaguen a lo largo de la ruta hasta Europa.
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"Un menor crecimiento en los principales socios comerciales", como China (y Rusia), representa un riesgo "externo" sustancial tanto para Kazajstán como para Uzbekistán, según el Banco.
Por Brawley Benson vía Eurasianet.org
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