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Ninguna otra fuente de energía ha experimentado un crecimiento tan rápido en los Estados Unidos en la última mitad de década como la energía solar. Sin embargo, las crecientes instalaciones solares han comenzado a distorsionar los sistemas de distribución y transmisión de energía en los principales estados productores de energía solar, como California, creando desafíos para las empresas de servicios públicos y la red eléctrica.
El almacenamiento de baterías podría ayudar a aliviar estos desafíos, y aunque también está en aumento, aún se encuentra rezagado respecto a las adiciones de capacidad solar.
No es sorprendente entonces que a pesar de la continua disminución en la generación de energía a partir de carbón en los Estados Unidos, la proporción de carbón en la mezcla de electricidad de América sigue estando por encima del 15%, más que cualquier otra fuente de energía renovable.
Todas las fuentes de energía renovable combinadas, como eólica, solar, hidroeléctrica, biomasa y geotérmica, superaron a la generación de energía a base de carbón en el sector eléctrico de los Estados Unidos por primera vez en 2022. Pero el carbón aún mantiene alrededor del 16% de la generación de electricidad, más que la participación de alrededor del 11% de la eólica, el 6% de la hidroeléctrica o el 4% de la solar en la mezcla de generación eléctrica.
La energía solar ahora ha crecido para representar aproximadamente el 6% de la generación total de energía eléctrica en los Estados Unidos después de aumentar un 155% entre 2018 y 2023, según datos de la EIA citados por el columnista de Reuters Gavin Maguire.
Pero si bien la energía solar ha vuelto el sistema de generación de energía de EE. UU. más ecológico, también lo ha vuelto más volátil, especialmente en el principal mercado solar, California.
Allí, la generación pico de energía solar coincide con la demanda residencial más baja durante el mediodía. Cuando la demanda de energía comienza a aumentar después de las 6 p.m., la salida solar comienza a disminuir.
Para hacer frente a la energía solar natural y dependiente del clima, la red necesita mucho más almacenamiento de baterías de lo que está disponible actualmente para suavizar la diferencia entre la producción pico y la demanda máxima, así como las grandes variaciones en los precios de la energía. Los sistemas de energía y los operadores de red deben lidiar con precios a menudo negativos cuando la producción solar alcanza su punto máximo durante el día.
En California, por ejemplo, "en días soleados de primavera cuando no hay tanta demanda, los precios de la electricidad se vuelven negativos y la generación solar debe ser 'recortada' o básicamente desechada", afirma el Instituto de Investigación Energética (IER).
California tiene casi 47 gigavatios (GW) de energía solar instalada que podría suministrar una cuarta parte de la electricidad del estado si pudiera operar las 24 horas del día, los 7 días de la semana y a pedido, como lo hacen las fuentes tradicionales, como carbón, gas natural y energía nuclear, escribieron los analistas del IER en un comentario la semana pasada.
La producción de energía solar 'desperdiciada' y el almacenamiento insuficiente de baterías están aumentando los precios de la electricidad en el estado, según el instituto.
El almacenamiento de baterías está en aumento, pero necesita superar las proyecciones optimistas del gobierno para proporcionar energía cuando sea necesario.
A principios de este año, la EIA estimó que la energía solar y el almacenamiento de baterías representarían el 81% de la nueva capacidad de generación eléctrica de EE. UU. en 2024. Los desarrolladores y propietarios de plantas eléctricas planean agregar 62.8 GW de nueva capacidad de generación eléctrica a gran escala este año, un aumento del 55% en comparación con la capacidad agregada el año pasado, 40.4 GW. Se espera que la energía solar represente la mayor parte de la nueva capacidad en 2024, con un 58%, seguida del almacenamiento de baterías, con un 23%, según las previsiones de la EIA. El crecimiento en las adiciones solares sería casi el doble del aumento de 18.4 GW del año pasado, que ya fue un récord para la instalación anual de energía solar a gran escala en los Estados Unidos.
"A medida que los efectos de los desafíos de la cadena de suministro y las restricciones comerciales se alivian, la energía solar continúa superando las adiciones de capacidad de otros recursos generadores", señaló la EIA.
Se espera que las adiciones de almacenamiento de baterías también rompan récords este año, con la capacidad de almacenamiento de baterías de EE. UU. casi duplicándose en 2024 ya que los desarrolladores planean agregar 14.3 GW de capacidad de almacenamiento de baterías a los 15.5 GW existentes este año. En 2023, se agregaron 6.4 GW de nueva capacidad de almacenamiento de baterías a la red de EE. UU., un aumento anual del 70%. California y Texas están a la cabeza en lo que respecta a las adiciones de almacenamiento de baterías debido al rápido crecimiento de la capacidad variable de energía solar y eólica en estos dos estados.
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"En gran parte de los Estados Unidos, las baterías aún no están desempeñando ese papel crucial de cambio de carga", escribió la semana pasada Ed Crooks, Vicepresidente de las Américas en Wood Mackenzie. "Pero California y Texas están señalando el camino hacia el futuro para otros mercados de energía en EE. UU. y otros países de todo el mundo. A medida que crece la proporción de generación renovable variable en el suministro de electricidad, aumenta el valor del almacenamiento de baterías".
WoodMac espera que el almacenamiento de baterías en EE. UU. crezca más rápido que la energía eólica o solar en la próxima década.
Por Tsvetana Paraskova para Oilprice.com
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