La inflación al consumidor de China se mantuvo estable en mayo, mientras que la disminución de los precios al productor mostró signos de atenuarse, lo que indica una demanda débil en medio de una prolongada caída en el sector inmobiliario de la segunda economía más grande del mundo.
El índice de precios al consumidor (IPC) de China creció un 0.3 por ciento interanual en mayo, igualando la cifra de abril y quedando ligeramente por debajo de las expectativas de los economistas. Sin embargo, mensualmente, hubo una disminución marginal del 0.1 por ciento en el IPC.
Esta estabilidad en los precios al consumidor se produce en medio de un contexto de consumo débil, en gran parte derivado de problemas persistentes en el sector inmobiliario. A pesar de numerosas medidas de apoyo gubernamental, la confianza del consumidor sigue siendo moderada, dificultando aumentos significativos de precios.
En el ámbito industrial, el índice de precios al productor (IPP) se contrajo un 1.4 por ciento interanual en mayo. Aunque esto fue ligeramente peor de lo esperado, aún representó una mejora con respecto a la caída más pronunciada observada en abril.
"El repunte de los precios en fábrica es probablemente temporal. Debido al exceso de capacidad, es probable que reanuden su declive en poco tiempo, manteniendo la inflación del IPP en territorio negativo durante el resto del año", dijo Zichun Huang, economista de China en Capital Economics.
"Esperamos que la inflación de los precios al consumidor repunte en los próximos meses, gracias a una continua disminución de la deflación de los precios de los alimentos y un aumento en la inflación de los precios de la energía. Sin embargo, el exceso de capacidad persistente probablemente mantendrá este repunte muy modesto: esperamos que la inflación del IPC promedie solo un 0.5 por ciento este año".
La economía de China ha enfrentado desafíos a pesar de la flexibilización de las restricciones por COVID-19, con los efectos persistentes de la crisis del sector inmobiliario afectando el sentimiento de inversores y consumidores.
Para estimular la actividad económica, el gobierno chino ha implementado varias medidas, incluidos incentivos para compras de viviendas y canjes de bienes de consumo, así como iniciativas para impulsar la creación de empleo y la demanda interna.
Sin embargo, los datos sobre la inflación básica, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, mostraron una desaceleración en mayo en comparación con abril. Esto sugiere que la demanda interna sigue siendo frágil, lo que plantea desafíos para la recuperación económica sostenida.
Dadas estas circunstancias, muchos economistas esperan que Pekín introduzca nuevas medidas de apoyo en los próximos meses para estabilizar el crecimiento económico y alcanzar su objetivo de alrededor de un crecimiento del PIB del 5 por ciento para el año.
ADVERTISEMENT
Por CityAM
Más lecturas destacadas de Oilprice.com:
- Funcionarios europeos discuten planes para mantener operativo el gasoducto Rusia-Ucrania
- Preocupaciones por la guerra comercial planean sobre las elecciones en EE. UU. y Reino Unido
- La solicitud de membresía de Uzbekistán en la OMC depende de importantes reformas comerciales