A finales del año pasado, la Casa Blanca decidió aliviar las sanciones sobre el petróleo venezolano para estabilizar los precios del petróleo y ayudar al paÃs sudamericano a mejorar su economÃa en crisis. El acuerdo para aliviar las sanciones dependÃa de que el presidente Nicolás Maduro permitiera que su oposición polÃtica compitiera en las próximas elecciones. Después de seis meses de alivio, Estados Unidos ha vuelto a imponer sanciones a Venezuela debido al incumplimiento de Maduro de adherirse a los principios democráticos. Entonces, ¿qué significará esto para la ya problemática industria petrolera de Venezuela?
En 2018, la administración Trump impuso severas sanciones a Venezuela en respuesta a la reelección ilegÃtima de Maduro. Esto provocó el declive de la antes lucrativa industria petrolera del paÃs sudamericano, ya que se restringió a nivel mundial a otros paÃses realizar operaciones petroleras o comerciar energÃa con Venezuela. Esto ha tenido un impacto extremadamente negativo en la economÃa de Venezuela, con la ausencia de ingresos petroleros que ha generado una inflación galopante. El efecto cascada ha sido una crisis humanitaria exacerbada por una mala gestión gubernamental y corrupción que ha llevado a que 7.7 millones de venezolanos huyan del paÃs.
En 2023, la oposición venezolana se unió para competir contra Maduro en las elecciones de 2024, lo que llevó a la administración Biden a aliviar las sanciones a cambio del acuerdo de Maduro de un proceso electoral libre y justo. En abril, la Casa Blanca revocó la mayorÃa de las exenciones de sanciones debido a acciones antidemocráticas del gobierno de Maduro, que violaron su acuerdo con los Estados Unidos. El gobierno venezolano actual ha prohibido la participación de varios opositores polÃticos en las elecciones presidenciales del 28 de julio, después de haber acordado inicialmente un proceso electoral democrático en octubre pasado.
El 17 de abril, el Departamento del Tesoro de EE. UU. anunció que habÃa emitido una licencia de reemplazo que daba a las empresas 45 dÃas para "liquidar" sus negocios y transacciones en el sector petrolero de Venezuela. El portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matthew Miller, argumentó, "Estamos preocupados de que Maduro y sus representantes impidieran que la oposición democrática registrara al candidato de su elección, hostigaran e intimidaran a opositores polÃticos y detuvieran injustamente a numerosos actores polÃticos y miembros de la sociedad civil."
Se espera que la reintroducción de sanciones reduzca las exportaciones de crudo de Venezuela y obligue a las compañÃas energéticas estadounidenses que trabajan en el paÃs sudamericano a buscar autorizaciones especiales para continuar operaciones. A finales de mayo, EE. UU. habÃa recibido hasta 50 solicitudes de licencias individuales de empresas que esperan continuar con sus negocios petroleros en Venezuela. Estas licencias abarcan una amplia gama de sectores, incluidas inversiones, autorización de exportaciones e importaciones petroleras, exploración de petróleo y gas, y negociación de contratos y pagos. Algunas empresas han tenido licencias aprobadas por el gobierno de EE. UU., como el productor de petróleo con sede en Francia Maurel & Prom y Repsol de España, mientras que otras están a la espera de conocer su destino.
La orientación del Departamento del Tesoro de EE. UU. sugiere que priorizará la emisión de licencias a empresas con producción petrolera existente y activos por encima de aquellas que buscan ingresar al mercado energético venezolano. Francisco Palmieri, Jefe de la Misión de los EE. UU. para Venezuela, explicó, "El sector petrolero es muy importante para reactivar la economÃa de Venezuela, pero lo más importante de todo es la elección del 28 de julio." Palmieri enfatizó que los canales diplomáticos con el gobierno de Maduro siguen abiertos.
Antes de la relajación de las sanciones, Venezuela habÃa estado aumentando gradualmente su producción de petróleo y comercio utilizando intermediarios poco conocidos para vender su crudo a un precio descontado. Aunque la reimposición de sanciones golpeará duramente la industria petrolera del paÃs, no todo está perdido para Venezuela, ya que probablemente continuará enviando petróleo a Irán, China y cualquier otro paÃs dispuesto a comprarlo. El Ministro de Petróleo de Venezuela, Pedro Tellechea, declaró: "Estamos abiertos [para hacer negocios], dispuestos a seguir progresando junto con todas las compañÃas extranjeras que quieran venir." Tellechea agregó, "Venezuela está lista para asegurar la estabilidad de los mercados petroleros mundiales que tanto necesitamos."
Venezuela ha estado eludiendo las sanciones de EE. UU. exportando petróleo utilizando barcos viejos destinados al desguace, petroleros que han apagado sus transpondedores para evitar la detección, o transfiriendo sus cargamentos de petróleo en alta mar de un petrolero a otro para evitar que se sepa de dónde proviene el petróleo. Gran parte del petróleo se renombra para hacer creer a las autoridades internacionales que proviene de Omán y Malasia. En 2021, se estima que China compró alrededor de 324 millones de barriles de petróleo de Irán y Venezuela, marcando un aumento del 53 por ciento desde 2020, la cantidad más alta importada desde 2018.
No hay duda de que la reimposición de sanciones estadounidenses al sector energético de Venezuela golpeará duramente a la economÃa del paÃs sudamericano. Permanece incierto cuántas empresas podrán continuar operaciones petroleras en Venezuela, y esto no cambiará mientras el gobierno de Maduro continúe obstaculizando el proceso electoral democrático. Sin embargo, es probable que Venezuela continúe produciendo petróleo y buscando acuerdos comerciales clandestinos para obtener ingresos petroleros hasta que se restablezcan las relaciones.
Por Felicity Bradstock para Oilprice.com
Felicity Bradstock is a freelance writer specialising in Energy and Finance. She has a Master’s in International Development from the University of Birmingham, UK. More
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