La inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático y otras tecnologÃas intensivas en energÃa están aumentando la demanda energética mundial. Con un número creciente de empresas tecnológicas que introducen software de IA y varias industrias que incorporan estas tecnologÃas en sus actividades diarias, la demanda energética mundial está creciendo sin visos de desaceleración en un futuro cercano. Mientras tanto, los gobiernos de todo el mundo están impulsando un cambio lejos de los combustibles fósiles a favor de alternativas renovables, alentando a personas y empresas a reducir su demanda energética y descarbonizar. La creciente demanda de energÃa para impulsar tecnologÃas como la IA entra en conflicto con la transición verde global, lo que significa que los investigadores ahora buscan formas alternativas de alimentar estas tecnologÃas de manera sostenible.
Con la IA ganando popularidad y las empresas tecnológicas trabajando rápidamente para mejorarla, se espera que el mercado de la IA alcance casi $2 billones para 2030. Esto implica que se espera que el mercado global de centros de datos modulares crezca a $81.2 mil millones para 2030, desde los $25.8 mil millones actuales. Se prevé que el consumo total de electricidad global de los centros de datos alcance la escalofriante cantidad de 1.000 teravatios-hora para 2026, equivalente a la demanda eléctrica de Japón. Esto se debe en gran parte a que los centros de datos de IA requieren alrededor de tres veces más energÃa que los centros de datos convencionales.
Las empresas tecnológicas han estado buscando formas de alimentar sus operaciones de manera sostenible, invirtiendo fuertemente en energÃa verde para alimentar los centros de datos. Por ejemplo, en 2023, Microsoft anunció que invertirÃa en energÃa nuclear para impulsar sus ambiciones de IA. Sin embargo, los expertos en energÃa temen que la energÃa verde utilizada para alimentar los centros de datos pueda reducir la energÃa renovable disponible para los consumidores y otras industrias, obligándonos a depender de la energÃa de los combustibles fósiles durante mucho más tiempo.
Esto ha llevado a gobiernos y empresas privadas a invertir en investigación y desarrollo de proyectos de energÃa alternativa. Actualmente, la UE está financiando el estudio ASCEND de $2.1 millones, evaluando el potencial de enviar centros de datos al espacio para reducir la carga energética. El estudio de 16 meses "Nube Espacial Avanzada para Emisión Neta Cero Europea y SoberanÃa de Datos" evaluó la viabilidad de lanzar centros de datos al espacio. El proyecto es gestionado por Thales Alenia Space para la Comisión Europea. Damien Dumestier, el gerente del proyecto, explicó: "La idea [es] despegar parte de la demanda energética de los centros de datos y enviarlos al espacio para beneficiarse de la energÃa infinita, que es la energÃa solar."
El proyecto evaluó el potencial de lanzar centros de datos al espacio a una altitud orbital de 1,400 km, aproximadamente tres veces más alta que la Estación Espacial Internacional. ASCEND tiene como objetivo enviar 13 bloques constructivos de centros de datos al espacio, con una capacidad de 10 MW, para 2036. Cada bloque medirÃa alrededor de 6,300 metros cuadrados y tendrÃa capacidad para su propio servicio de centro de datos. Para reducir la carga en el sector energético, ASCEND tiene como objetivo final lanzar 1,300 bloques constructivos para mediados de siglo, para lograr 1 GW.
El estudio evaluó el impacto ambiental anticipado de utilizar este método para alimentar los centros de datos. Los investigadores encontraron que reducir las emisiones de carbono requerirÃa el desarrollo de un nuevo tipo de lanzador que produzca alrededor de 10 veces menos emisiones que las opciones actuales. Participan en el estudio 12 empresas y ArianeGroup está desarrollando actualmente nuevas tecnologÃas de lanzamiento para hacer esto posible, con el objetivo de introducir el primer lanzador ecológico para 2035.
Aunque los centros de datos espaciales tendrÃan acceso a mayores niveles de energÃa solar, sin tener que lidiar con interrupciones climáticas, existen preocupaciones sobre la cantidad de combustible de cohete necesario para mantener la estructura en órbita. Un centro de datos de 1 MW podrÃa requerir alrededor de 280,000 kg de combustible de cohete al año para mantenerlo en una órbita baja, lo que costarÃa alrededor de $140 millones en 2030. Los crÃticos creen que debido a los altos costos involucrados, es poco probable que esta solución se utilice a gran escala, desplegándose solo para servicios clave especÃficos, como militar/vigilancia, radiodifusión y telecomunicaciones.
No obstante, el estudio de viabilidad mostró promesa. Christophe Valorge, el Director de TecnologÃa de Thales Alenia Space, declaró: "Los resultados del estudio ASCEND confirman que desplegar centros de datos en el espacio podrÃa transformar el paisaje digital europeo, ofreciendo una solución más ecológica y soberana para alojar y procesar datos. Estamos orgullosos de contribuir a una iniciativa que respalda los objetivos net-zero europeos y fortalece su soberanÃa tecnológica."
Ya sea que veamos o no la implementación comercial de centros de datos espaciales en este siglo, el progreso que se está viendo en el sector espacial muestra que una mayor investigación y desarrollo en operaciones de energÃa alternativa podrÃa desempeñar un papel importante en la transición verde. Mientras la UE mira al cielo en busca de respuestas, otras empresas, como Microsoft, están explorando el potencial de centros de datos submarinos, lo que muestra que solo es cuestión de tiempo hasta que comencemos a obtener energÃa de ubicaciones poco exploradas.
Por Felicity Bradstock para Oilprice.com
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Felicity Bradstock is a freelance writer specialising in Energy and Finance. She has a Master’s in International Development from the University of Birmingham, UK. More
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